miércoles, 17 de junio de 2015

Vidal y su choque durante Copa América Chile 2015

¿Seré un outlayer? Las cosas son como son… y las cosas no son como son.

Si había dudas respecto de que miramos siempre sobre el hombro a los demás países de la región, creyéndonos más de lo que somos y auto convenciéndonos o consumiendo lo que nos dicen los canales de TV abierta “shilenos”, los últimos acontecimientos que hemos vivido estos meses nos vienen a mostrar toda la tierra que guardábamos bajo la alfombra y ha dejado aflorar lo que realmente somos: uno más de los mismos.

Hoy, día después del condoro del “Rey Arturo Vidal” cuando en una salida de “tarde libre”, en medio de la competencia de Copa América y siendo un jugador de elite, alto rendimiento o top (como quieran llamarle), nos ha mostrado el verdadero shileno que lleva dentro: se fue de copas al casino y le importó ¾ de la nada misma la competencia y la responsabilidad “extra” asociada a la localía, ni siquiera el autocuidado consciente asociado a un deportista profesional (de tiempo completo).

Por diversas razones hoy pude ver TV por la mañana y me he paseado por todos los matinales de TV abierta que hay (léase: Canal13, TVN, Chilevisión, Mega). Todos sólo hablaban de lo mismo: de lo que hizo Arturito. Todos entrevistaban a personas que llegaban a apoyar a Vidal a la Comisaría en la que pasó la noche (donde lo detuvieron por chocar su Ferrari por alcance a un tercero y porque conducía en estado de ebriedad), luego a tribunales llegaron más aún, incluso estudiantes que debían ir a clases. (A todo esto, ¡Por Dios que tiene tiempo la gente en Santiago para juntarse a gritar por cualquier estupidez!). Los matinales bien parecían Hienas, carroñeros que se alimentan de los desechos de los demás, o dicho de otra forma, eran parásitos de la cagada que había dejado Vidal. En Chile hoy había pasado NADA más que lo hecho por Vidal ¿El aporte de los comentaristas?: ¡Cero! Repetían y repetían lo mismo, extendiendo eteeernaaameeenteee los mismos datos. Claro, además con preguntas al público –del circo romano- del tipo: ¿Tiene que salir Vidal de la Selección? (obvio que la respuesta ya se la daban masticada orientándola a que sea un NO, instando a que digan que Vidal tiene que seguir y minimizando todo respecto a un hecho concreto de la causa y es que en plena competencia (independiente del choque) Vidal, jugador vital y querido por la hinchada, iba de vuelta a su trabajo en estado de ebriedad, para continuar trabajando por su “compromiso” de dejar la Copa en Chile, pero claro: ¡Eso no importaba! (es que él ya se había tomado las suyas).

No puedo entender el cómo en Chile somos expertos para justificar lo injustificable. Las personas gritaban apoyando a Vidal, decían algo así como que: “nooo poh… es que él es sshhilenooo poh… hay que puro apoyaa’looo”; verdaderos zombis que apenas sabían hablar pero que sabían que “lo correcto” era que Vidal merecía seguir en la copa. Nadie reparaba por un segundo que el mate’huea estaba preso porque cometió un delito grave por conducción irresponsable y que bien pudo costar más de una vida. Nada de eso importaba, sólo les importaba que era Arturo Vidal y que tenía que jugar la Copa América. El fútbol estaba por sobre lo que podría imponer la ley.

Creo que esto es fiel reflejo de lo que somos en realidad: unos verdaderos corderos manipulables, simios (no homo-sapiens) derechamente simios, zombis sin capacidad de pensar; reflexionar o analizar en lo más mínimos los hechos de forma independiente. Pido perdón por el alcance, pero es que queda botando en el área chica: ¡Con razón estamos como las weas dejando elegir los politicuchos que tenemos descalabrando el país! (es que “compramos” todo lo que nos entregan digerido en la TV abierta).

¿La guinda de la torta? los dichos de Vidal en el audio que grabaron durante su detención:
En el diálogo se puede escuchar lo siguiente:
- Vidal: ¿Como voy a venir manejando esa hue’a, como soy tan tonto, no pensa’i?
- Carabinero: Si la cagó la cagó, caballero.
- Vidal: ¿Cómo, yo la cagué?, deja de hablar hue’as.

- Vidal: ¿Me vas a esposar a mí?
- Carabinero: No ponga las cosas más difíciles
- Vidal: Espósame, pero te vas a cagar a todo Chile… 

O sea, Vidal estaba con copete, pero tampoco era del todo weón, sabía quién era y tal como el “bakán” que se cuela en la fila haciéndose el que saluda a un amigo que está bien adelante, quería “llevárselas pelada”. Aún con todo eso, la gente “lo entiende”…, (porque el cauro es del “pueulo” poh), hay que perdonarle todo: coherente con el actuar de modo zombi = ON.

A mi modo muy personal, y con todas mis limitaciones sociales, puedo decir que quizás, sólo quizás, lo que debería haber hecho es algo así como: auto marginarse del proceso Copa América, reconocer su error y apoyar desde el costado asumiéndolo. Eso lo habría realmente coronado como el “Rey” que le dicen que es. Es que, le guste o no, le han creado una imagen de “modelo a seguir” para muchos niños, y el mensaje que ahora están recibiendo estos niños es totalmente incoherente: “si eres bueno en algo, no importa lo que hagas, puedes seguir en lo tuyo y con todos los aplausos” ¡Ser correcto NO es importante!

Una reflexión final. Tengo claro que aquí los conceptos están torcidos desde la base. “Venden” el fútbol como un deporte, cuando en realidad es un negocio y privado. Existen intereses que se sobreponen a los supuestos valores que entrega el deporte, por nombrar algunos: honestidad; coherencia; lealtad; rectitud, entre otros. Por eso hay mensajes que parecen diferentes, pero es que van en dos líneas totalmente distintas: el mensaje para los ilusos (que creen que esto es deporte puro) y el real (que esto es un negocio y con tal de ganar los valores o principios se los meten “donde mismo”).

Hasta ahora, el momento del inicio del partido era mi favorito, cuando se escuchaba la canción nacional cantada a capela por todas las almas del estadio, mientras se mira mi bandera chilena. Ahora, con todo lo pasado, debo decir que ya no tendrá el mismo sabor y me da rabia, porque intereses mercantilistas egoístas trastocan lo más propio que nos quedaba, el sentirnos UN solo ser en ese canto, en lo que se “supone” era un marco estrictamente deportivo. El vestir (y aquí sale lo nacionalista que soy) los colores de la bandera no es superficial, debería haber un mínimo de conciencia de sus implicaciones. Pero claro, cosas como el honor; la consecuencia; la coherencia, no forman parte de este negocio…

P.D.:
Acabo de ver el vídeo donde Vidal, con lágrimas de cocodrilo, pide “perdón” por lo que hizo. Sorry, pero es la misma actitud que tanto se ha visto en cuanta detención ciudadana a los lanzas en la calle, y que se ponen a llorar como último recurso para llamar a los “sentimientos” de compasión de los espectadores. Es decir, otro recurso circense. (“Te me le caíste Erasmo”). Es que se puede pedir perdón, pero la forma en que lo ha hecho, no me cuadra. Para nada, o como diría otra por ahí: “paso” J

La vista gorda de Sampaoli, me da igual. Él no importa, él sólo hace su pega, le importa un comino la responsabilidad social de lo que para muchos creen que es “puro deporte”.


Lo sé: soy un outlayer, ¡Y qué! 

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