jueves, 29 de junio de 2006

Hasta pronto Rebeca y Saludos a quien usted sabe...

Luego de 5 días de agonía, el 18 de mayo de 2006 a las 19:50 hrs murió mi abuela materna, quien estuvo junto a mí durante toda mi niñez. Muchos recuerdos han venido a mi mente durante estos días, sus últimos días fueron muy duros, muy muy duros...; ya está descansando, y murió un jueves casi a la misma hora que un mismo jueves murió mi mamá hace 12 años, casualidades?... no lo se.
Yo estoy tranquilo, sabía que no había otro camino, y egoista sería pensar en que debía recuperarse (98 años muy bien mantenida). Su vida la vivió muy bien, fue querida, regaloneada, cuidada siempre, aunque no estuve con ella en el momento que murió, pero sí lo hicieron varios de sus hijos y algunos nietos, todos acompañando la despedida; ella estuvo conciente hasta el último segundo, fue increible me relataba mi hermana, se comunicó hasta el final, se fue tranquila, gracias a Dios. Yo tenía mucha angustia porque la veía que le tenía miedo a morir, fianalmente estaba tranquila.

Curioso tema no?: la muerte. Este fenómeno que poco a poco lo empezamos a ver más repetido en nuestros días, signo inequívoco que ya no tenemos 20 años... sirve para preguntarnos, ¿ estamos bien por donde vamos ?, ¡ que corta es la vida !, cuántas cosas nos gustaría hacer antes de enfrentar la salida de este mundo sustantivo y superfluo -a veces- fuerte, duro -para algunos- y con tanta vivencia buena para otros. Creo que mi abuela sin duda es afortunada, tuvo mucha descendencia, creo que la mayoría personas de bien -aunque venga de cerca- pero así lo percibo, por lo menos, yo.

Basta ya con estos sentimientos tan de adentro, que quieren salir "apelotonándose" en mi memoria con tantos recuerdos que no dejan de llamar mi atención y que uno tras otro los revivo como si fue ayer...

Quise escribir esto, porque a pesar que han pasado semanas, el vacío es demasiado palpable, espero la semilla sembrada: de unión, de familia, buenas vibras permanezca en nosotros, su descendencia...